Agua de colonia la carmela: la historia de una botella de loción milagrosa

A veces una excavación arqueológica no empieza como nosotros esperamos….a veces o casi siempre. Y eso es lo bueno que tiene nuestra profesión. Nunca sabes lo que va a pasar realmente cuando empiezas a retirar la tierra. Es un momento difícil de describir a alguien que no sea arqueólogo. Es un momento de incertidumbre, porque la arqueología es incertidumbre…a todos los niveles¿o no? Y hay que aprender a vivir con ella. Es la sombra del arqueólogo.

Y en esos primeros momentos de retirada de niveles contemporáneos, es donde aparecen objetos como el que os quiero describir hoy ¿que por qué? Sigue leyendo y verás

El hallazgo

Parafraseando el genial libro de nuestro colega Pablo Guerra que me estoy leyendo a ratos, porque – después de un día de estres arqueológico- no soy capaz de volver a meterme en la piel de Lancaster Williams…es demasiado duro para mi y mis nervios. Luego pasa que sueño con estratos, máquinas retro, etc.

Volviendo a la Historia de la botella que os quiero contar hoy, todo sucedió el pasado Diciembre. Día frío, retirada manual (si, ese momento de incertidumbre ya había pasado) de estratos contemporáneos en un pequeño solar de Algete y de repente, una botella de cristal, pequeña, de color verdoso con un relieve apenas apreciable por una de sus caras. Lo guardé en su bolsa con su correspondiente etiqueta…

Y diréis…vale, eran estratos muy modernos sin valor arqueológico (anticipo ya que la botella tiene menos de cien años), pero adoptando terminología de los colegas arqueólogos de la Guerra Civil, yo también soy «guerracivilista» o «casquillero» y le doy mucha importancia a este tipo de hallazgos y creo que son tan o más importantes que otros más antiguos.

Antes de contaros algo más sobre la botella y su historia quiero hacer un breve inciso:

Harto de las referencias de páginas de coleccionistas

Como es habitual en mi, y supongo que en muchos de vosotros, lo primero que hice fue buscar en San Google, a ver qué datos podía encontrar de la famosa botella. Y, aunque en este caso no es exactamente así, la primera página de resultados de google suelen ser páginas de coleccionistas que venden o compran este tipo de objetos (que no voy a mencionar por no darles más publicidad).

Y como estoy cansado de que así sea, me he decidido a escribir este pequeño post, para que al menos en la primera página de google cuando alguien tenga a bien escribir «Agua de Colonia La Carmela» este tipo de páginas de coleccionistas no copen todos los resultados y aparezca este artículo con toda la información que he podido recopilar, por si le pudiera servir a alguien.

Hablemos de la botella. Agua de Colonia «La Carmela»

Ya he insinuado que lo que encontré en este caso en Google no fue exclusivamente páginas de coleccionistas intentando vender  botellas parecidas a la que nosotros habíamos recuperado, sino de los laboratorios «Lopez Caro» que, efectivamente, son los inventores y productores de esta botella que encontramos durante la excavación arqueológica de Algete.

Y lo más increíble es que después de casi 100 años, aún siguen produciendo este agua de colonia. Así que la información que os voy a contar, gran parte se la debo a lo que de ella escriben en su página web (que no pongo porque a día de hoy ya no existe)

Se trata de una botella de vidrio verdoso con una altura de 18 cm y una anchura de 4cm. Su boca tiene un diámetro interior de 1,5cm. En una de sus caras puede leerse en letras en relieve la siguiente leyenda: «Agua de Colina La Carmela/Lopez Caro/Barcelona«.

El laboratorio Lopez Caro fue fundado por Nemesio Lopez Caro, farmacéutico y profesor adjunto de la Cátedra de Química Orgánica de la Universidad de Santiago de Compostela y su mujer, en Santiago de Compostela a comienzos del siglo XX, concretamente en 1902.

Según la información del laboratorio Lopez Caro, se trata de un agua de colonia anticanas que empezaron a producir con el nombre de «La Carmela»  a partir de 1924 en homenaje a una cupletista franco-española (canzonetista excéntrica) muy famosa en aquellos años previos a la Guerra Civil. Aun no estoy completamente seguro que fuera ella la «Famosa artista» a la que hacen referencia en los datos del laboratorio.

Como no me gusta quedarme a medias, he intentado recuperar algo de información de esta cupletista. Para ello me he valido de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional. He encontrado algunas cosas curiosas como las que siguen:

De esta artista se puede leer en el «Eco Artístico» del 5 de Enero de 1913 «La Carmela, cupletista últimamente adquirida, que dice muy bien unos couplets franceses y aunque su voz no es muy potente agrada suficientemente para que el público la aplauda».

Y entonces ¿qué contenía?

Pues eso, un agua de colonia anticanas que promete, aun hoy, devolver el color original del pelo tras un uso continuado de 15 días. Yo aun no lo he probado: mis canas no son mayoritarias por ahora en mi cabellera, pero estoy convencido de usarla tras leer toda su publicidad de la época 😉 (como la que veis aquí arriba que he conseguido consultando, como ya he dicho, la Hemeroteca Digital de la BNE, ¡qué gran fuente!).

Por desgracia, la nuestra sólo contenía tierra, sin más, tierra arqueológica. ¡Qué le vamos a hacer! Otra vez será.

Gracias por leernos, ¡buena semana!